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A review by llevamoselfuego
El juguete rabioso by Roberto Arlt
5.0
Arlt es uno de mis héroes, de un estilo revolucionado, autodidacta, que se inventa a sí mismo y no puede ser contenido bajo ninguna estructura. Y que no solo camina la calle, que conoce los matices del barro y la podredumbre del alma humana, sino que la evoca con una calidad poética, honesta, con gusto a tripas calientes.
El Juguete Rabioso es su fábula desde las tinieblas del corazón humano, desde la desdicha del que se cree destinado a grandes cosas y es replegado a la sombra, al olvido, al infortunio y la ausencia de amor. Antier a veces es un heroe, otras un antihéroe, pero siempre es un prisionero de la tristeza, de un mundo que lo rechaza y al que aborrece por no responder al amor que pretende darle. Y Arlt se desenvuelve con tanta sangre espesa en este mundo cruel, que quita la respiración. La maldad como un juego de niños que se replica en el mundo adulto, no menos maquiavélico y delirante, transformado en un juego violento y alienante.
En el mundo de Antier, la decepción y la frustración son el norte y el horizonte, no hay posibilidad de un cambio en la marea mientras la opresión del fracaso se hace más y más latente y transforma a un personaje que aspiraba a un futuro brillante en otra extraña bestia del género humano.
Con una prosa que me recuerda, inesperadamente, a un Lovecraft traducido, cuyo peso fuerte varía entre la poética del corazón elevado y la brutalidad del lunfardo, Arlt nos invita a un mundo gris de sufrimiento pero que alberga una extraña belleza en el fondo del barro, donde se ensucian todos los aspirantes a diablo viviendo esta vida puerca.
El Juguete Rabioso es su fábula desde las tinieblas del corazón humano, desde la desdicha del que se cree destinado a grandes cosas y es replegado a la sombra, al olvido, al infortunio y la ausencia de amor. Antier a veces es un heroe, otras un antihéroe, pero siempre es un prisionero de la tristeza, de un mundo que lo rechaza y al que aborrece por no responder al amor que pretende darle. Y Arlt se desenvuelve con tanta sangre espesa en este mundo cruel, que quita la respiración. La maldad como un juego de niños que se replica en el mundo adulto, no menos maquiavélico y delirante, transformado en un juego violento y alienante.
En el mundo de Antier, la decepción y la frustración son el norte y el horizonte, no hay posibilidad de un cambio en la marea mientras la opresión del fracaso se hace más y más latente y transforma a un personaje que aspiraba a un futuro brillante en otra extraña bestia del género humano.
Con una prosa que me recuerda, inesperadamente, a un Lovecraft traducido, cuyo peso fuerte varía entre la poética del corazón elevado y la brutalidad del lunfardo, Arlt nos invita a un mundo gris de sufrimiento pero que alberga una extraña belleza en el fondo del barro, donde se ensucian todos los aspirantes a diablo viviendo esta vida puerca.