A review by idesthai
Rivales Divinos by Rebecca Ross

2.25

Flaco favor le han hecho a esta novela la lluvia de reseñas positivísimas y la forma en la que se ha vendido, porque una llega a la lectura con unas expectativas que se ven decepcionadas casi de inmediato.

Se supone que es romantasy y enemies to lovers, pero la fantasía es meramente anecdótica y tiene una presencia escasa en la trama, pese a ser la base argumental (una guerra entre dioses en la que los humanos deben elegir bando), y la enemistad nunca llega a ser tal... Si acaso hay una cierta rivalidad circunstancial (dos personas brevemente enfrentadas por un puesto de trabajo) que enseguida se diluye en un enamoramiento apresurado y con poca química, que apunta diferentes características de distintos tipos de romance (por supuesto, la dicotomía ¿cómo me puede atraer si le odio?; un presunto malentendido con tintes de triángulo amoroso, aunque dos de los vértices son la misma persona, pero la protagonista no lo sabe...) sin terminar de culminar en ninguno.

La protagonista, Iris, es anodina. Hace exactamente lo que se espera de ella en todo momento, y eso termina siendo terriblemente aburrido en un personaje cuya aspiración es ser una periodista capaz de cambiar el mundo con sus informaciones. Se supone que tiene un don para escribir preciosamente, pero lo que leemos de ella es bastante mediocre, la verdad. El carácter del interés romántico, Roman, es un poco más interesante, pero las partes narradas entorno a él son muchas menos que las que se centran en ella.

Hay una frase de un artículo que escribe Iris como corresponsal de guerra que resume perfectamente mis pensamientos sobre el libro. «Una guerra con los dioses no es como esperas». No, desde luego, porque lo que yo esperaba es que fuera INTERESANTE.

Debo reconocer, no obstante, que le pongo dos estrellas porque se deja leer y que ha ganado media estrella extra porque el epílogo ha sido un cliffhanger decente, aunque algo previsible.

Eso sí, si estáis muy muy interesades en leer esta bilogía, os recomiendo que lo leáis en inglés si podéis. La traducción es regulera tirando a mala, y la editorial habría hecho bien en corregir más meticulosamente porque hay errores ortotipográficos y fallos de atención que te sacan un montón de la lectura. Imagino que, como de pronto todo el mundo parecía estar encantadísimo con esta novela, encargaron la edición en castellano deprisa y corriendo, y claro... Así se ha quedado. Es especialmente criminal en este caso porque, al ser los protagonistas escritores, se hace un hincapié constante en la escritura, el estilo, la selección de las palabras adecuadas... Irónico, ¿no?