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A review by idesthai
El desorden que dejas by Carlos Montero
1.0
Empecé este libro en agosto de 2020 y no llegué a leer ni la mitad. Hace una semana me convencí de que sería porque entonces no estaba en el mood adecuado, de que un thriller psicológico cuya protagonista es profesora de Lengua y Literatura (sí, Carlos Montero, los nombres de asignaturas se escriben con mayúscula inicial) tenía que ser por fuerza mayor mi rollo. ¡Ay! Qué equivocada estaba.
La trama es mínimamente interesante, aunque floja. La lectura es tediosa y repetitiva durante tres cuartas partes del libro. Sí, con la resolución final la cosa coge ritmo, pero todo lo que una tiene que aguantar hasta llegar ahí… No me extraña que lo abandonara en 2020, y si esta vez lo he terminado ha sido por pura cabezonería.
Lo peor de todo es que el desarrollo de la novela es tan aburrido que una se distrae fácilmente con otras cosas. ¿Qué cosas? Pues los usos extraños de los signos de interrogación, que comprenden partes del enunciado que no son interrogativas. Comas que sobran (un par de ellas entre sujeto y predicado, y lo que demonios sea esto: «Pero no claro, que no»), comas que faltan (incisos explicativos que nunca se cierran). Dos intervenciones de diálogo del mismo personaje seguidas, como si fueran de dos distintos. Confusión de nombres de personajes en la narración: ¡nunca ha habido ningún Mario en este libro!, y no sé cómo un corrector no se da cuenta de eso cuando literalmente cuatro líneas por debajo tienes el nombre correcto (Mauro); otra buenísima: mencionar a Raquel en tercera persona en un capítulo en el que Raquel está narrando en primera persona, en vez de poner Tere o Isa o Marga o cualquiera que fuera la otra mujer en la escena, que en realidad lo mismo da porque ninguna de ellas tiene suficiente personalidad como para ser relevante. Y, por supuesto, otros pequeños errores tipográficos aquí y allá de los que normalmente consideraríamos excusables, «errare humanum est» y toda la vaina, pero estaba tan absolutamente aburrida con la trama que no podía evitar añadir cada pequeño fallo a la creciente lista. He pasado más tiempo preguntándome quién demonios había revisado el manuscrito y las compaginadas que preocupada por el desenlace de la novela.
Y no me hagas hablar de cuestiones de docencia, porque WTF, colega. Me da risa que el autor crea que en la asignatura de LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA DE 2º BACH., es decir, con vistas a SELECTIVIDAD, el temario comprenda a Sylvia Plath, a Stefan Zweig y a Charles Dickens, y que la profesora se dedique a mandar de tarea redacciones libres sobre el dolor y las preocupaciones más personales e íntimas de sus estudiantes, estableciendo así un vínculo de lo más inapropiado con algunos. Llegado cierto punto quise hacerme luz de gas a mí misma para convencerme de que igual Viruca y Raquel lo que impartían era la optativa de Literatura Universal y que el autor sencillamente había optado por no poner el adjetivo igual que había optado por escribir sistemáticamente los nombres de las asignaturas con minúscula inicial… Pero no, porque repite mucho que son profesoras de «lengua y literatura» (sic), a pesar de que no han tocado un solo tema de Lengua en todo el libro. Al transcurrir la acción en Galicia, hay otra opción: que la asignatura sea Lingua Galega y Literatura II, pero Sylvia Plath y Stefan Zweig no escribieron en gallego, que yo sepa… «Pero Marta, son nombres de asignaturas largos, es normal que se abrevien», bueno, sí, pero lo normal también habría sido abreviar después de dejar claro cuál de las tres asignaturas de Literatura es la que imparte la protagonista, ya que el autor ha decidido enredar el dato con la trama, Y NO ES EL
CASO. Para mí lo que demuestra es poca labor de investigación en ese área concreta: mucho “realismo” para describir el abandono rural y el impacto de la crisis económica en los pueblos, pero cero para algo que ha decidido que es de vital importancia tanto para la protagonista como para la muerta. Pues ok.
Bueno, supongo que esto de lo que me quejo en el párrafo superior a otra gente le dará más igual, pero es que yo soy profesora de Lengua y Literatura, casualmente. (Y también estoy estudiando para correctora ortotipográfica y de estilo, así que nada en este libro estaba bien, desde mi punto de vista).
No sé, de verdad. Ha sido insufrible. Le pongo
una estrella porque Goodreads no me deja ponerle menos, pero probablemente la puntuación real de este libro, para mí, sea de 0.5 ⭐️
La trama es mínimamente interesante, aunque floja. La lectura es tediosa y repetitiva durante tres cuartas partes del libro. Sí, con la resolución final la cosa coge ritmo, pero todo lo que una tiene que aguantar hasta llegar ahí… No me extraña que lo abandonara en 2020, y si esta vez lo he terminado ha sido por pura cabezonería.
Lo peor de todo es que el desarrollo de la novela es tan aburrido que una se distrae fácilmente con otras cosas. ¿Qué cosas? Pues los usos extraños de los signos de interrogación, que comprenden partes del enunciado que no son interrogativas. Comas que sobran (un par de ellas entre sujeto y predicado, y lo que demonios sea esto: «Pero no claro, que no»), comas que faltan (incisos explicativos que nunca se cierran). Dos intervenciones de diálogo del mismo personaje seguidas, como si fueran de dos distintos. Confusión de nombres de personajes en la narración: ¡nunca ha habido ningún Mario en este libro!, y no sé cómo un corrector no se da cuenta de eso cuando literalmente cuatro líneas por debajo tienes el nombre correcto (Mauro); otra buenísima: mencionar a Raquel en tercera persona en un capítulo en el que Raquel está narrando en primera persona, en vez de poner Tere o Isa o Marga o cualquiera que fuera la otra mujer en la escena, que en realidad lo mismo da porque ninguna de ellas tiene suficiente personalidad como para ser relevante. Y, por supuesto, otros pequeños errores tipográficos aquí y allá de los que normalmente consideraríamos excusables, «errare humanum est» y toda la vaina, pero estaba tan absolutamente aburrida con la trama que no podía evitar añadir cada pequeño fallo a la creciente lista. He pasado más tiempo preguntándome quién demonios había revisado el manuscrito y las compaginadas que preocupada por el desenlace de la novela.
Y no me hagas hablar de cuestiones de docencia, porque WTF, colega. Me da risa que el autor crea que en la asignatura de LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA DE 2º BACH., es decir, con vistas a SELECTIVIDAD, el temario comprenda a Sylvia Plath, a Stefan Zweig y a Charles Dickens, y que la profesora se dedique a mandar de tarea redacciones libres sobre el dolor y las preocupaciones más personales e íntimas de sus estudiantes, estableciendo así un vínculo de lo más inapropiado con algunos. Llegado cierto punto quise hacerme luz de gas a mí misma para convencerme de que igual Viruca y Raquel lo que impartían era la optativa de Literatura Universal y que el autor sencillamente había optado por no poner el adjetivo igual que había optado por escribir sistemáticamente los nombres de las asignaturas con minúscula inicial… Pero no, porque repite mucho que son profesoras de «lengua y literatura» (sic), a pesar de que no han tocado un solo tema de Lengua en todo el libro. Al transcurrir la acción en Galicia, hay otra opción: que la asignatura sea Lingua Galega y Literatura II, pero Sylvia Plath y Stefan Zweig no escribieron en gallego, que yo sepa… «Pero Marta, son nombres de asignaturas largos, es normal que se abrevien», bueno, sí, pero lo normal también habría sido abreviar después de dejar claro cuál de las tres asignaturas de Literatura es la que imparte la protagonista, ya que el autor ha decidido enredar el dato con la trama, Y NO ES EL
CASO. Para mí lo que demuestra es poca labor de investigación en ese área concreta: mucho “realismo” para describir el abandono rural y el impacto de la crisis económica en los pueblos, pero cero para algo que ha decidido que es de vital importancia tanto para la protagonista como para la muerta. Pues ok.
Bueno, supongo que esto de lo que me quejo en el párrafo superior a otra gente le dará más igual, pero es que yo soy profesora de Lengua y Literatura, casualmente. (Y también estoy estudiando para correctora ortotipográfica y de estilo, así que nada en este libro estaba bien, desde mi punto de vista).
No sé, de verdad. Ha sido insufrible. Le pongo
una estrella porque Goodreads no me deja ponerle menos, pero probablemente la puntuación real de este libro, para mí, sea de 0.5 ⭐️