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I read this masterpiece for the first time in Persian when I was in my late teens and fell in love with it right away. I would re-read my favorite passages over and over again. Then for many years I didn't have access to my copy and then it was selected for our book club reading. This time I listened to the English audiobook, experiencing the novel not only in a different language and medium, but also from the altered perspective of a middle-aged adult. I still love the plot. My favorite scenes remain more or less the same. I still find Tolstoy's philosophizing about the role of providence rather uninteresting, though I feel less forgiving about it. Surprisingly, however, one of the main characters has lost all his charm for me: Pierre. I think if I had revised War and Peace 30 years ago, I'd have given it five stars. It still gets four, maybe four and a half from my more exacting critical mind.
informative
slow-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
No
Lots of chapters of unedited opinion. That's why it's so long. The most interesting thing is how closely Tolstoy's Nspoleon (who he portrays with scorn) resembles Trump. It's hard not to believe somehow one us modelled on the other
Desde ya, cinco estrellas. Esto no va a ser una reseña profesional ni mucho menos, sino un intento de ordenar todas las ideas y emociones provocadas por el libro.
Sin dudas Tolstói es el número uno a la hora de crear personajes, aunque otros autores tienen don para hacerte sentir a los personajes reales, Tolstói consigue que se te hagan carne. Tanto las descripciones físicas como psicológicas consiguen que sientas que los conocés, que son tus vecinos o parientes. Algunos de ellos se van a convertir en amigos y, por lo tanto, cuando sufran vas a sufrir con ellos, cuando los lastimen, vas a querer entrar a la novela a apuñalar a sus enemigos... Y así.
Es imposible leer este libro y salir indemne.
Eso sí, las emociones que despierta la lectura no son del todo gratas. Como dije, al experimentar los sucesos con tanto realismo, la sensación que me quedó fue de "qué vida puta". No importa que me digan que son ficción, que no existieron, que no sufrieron esas injusticias en carne propia... Para mí pasó, y peor, pasa... Porque es un retrato del ser humano que siempre, en todos los tiempos, ha sido preso de celos, envidias, codicia, lujuria, estupidez...
Y la razón principal por la que el libro me hizo enojar al punto de cerrarlo unos minutos para tomar aire es el mejor personaje jamás creado por un autor: Andréi Bolkonski.
Andréi es todo lo que está bien en el mundo. Atormentado por no encontrar el sentido a la vida, va a paso errante, hasta el final. Pero lo que me hizo amarlo profundamente y sentir que cada desventura era un puñal a mi corazón, es que era el tipo más bien intencionado de la novela. Cuando la cagaba, intentaba arreglarlo. Cuando se bajoneaba, probaba ayudando a los demás o haciendo algo útil. Cuando se enamora... Ufff... Y lo dejo acá para no hacer spoiler. Pero su sufrimiento lo explica bien su hermana, María, otro de los mejores personajes de la novela.
María es sumamente religiosa y espiritual, ella siempre entendió lo que para Tolstói es el amor. No el amor romántico, sujeto a la pasiones, susceptible de errores. El amor entendido como Dios. Cuando su hermano sufre por no amar a su primera esposa, ella le expone su falla en la concepción del amor y por desgracia le va a llevar a Andréi mucho padecimiento llegar a darle la razón a su hermana.
Por último está su padre, el viejo principe, que pese a ser un cascarrabias y, en sus momentos seniles, hasta cruel con sus hijos, los adoraba y siempre quiso lo mejor para ellos.
Es esta familia, la mejor de todas, la que más sufre. Y no es hasta el final, con el epílogo, que al menos yo conseguí cierto sociego.
Luego tenemos a los Rostov. En lo particular los detesté a todos, menos a Sonia. Lo peor en este caso es que no son malos, como lo son otros personajes, que hacen daño adrede. Los Rostov se debaten entre ser boludos redomados y egoístas supinos. El conde (padre) es un hombre débil, incapaz de mantener su fortuna para el bien de su familia e incapaz de sostener su autoridad. Nikolái es un romántico (en el mal sentido de la palabra) y un idealista, que solo se corrige un poco hacia el final de la historia, pero que su felicidad me resulta un insulto ante la desdicha de Andréi. Y Natasha... inserte video de esperando la carroza: ¡Qué criatura estúpida! . La odié toda la novela, dede el inicio, cuando debía caerme bien. Es la típica mujer a quien todos adoran por espontánea, divertida, irreverente... Todos los hombres se enamoran de ella y ella coquetea con todos, ¿ingenuamente? Cuando al fin pasa lo que pasa, que me lo reservo por si no lo saben, me envolvió una ira asesina. Le escribí a todos los que conocía que leyeron el libro (y a algunos que sé que no les molestan los spoilers) para desahogarme, porque la bronca era absoluta.
En la última camada meto a Bezújov. Aunque Pierre también tiene sus momentos de querer ahorcarlo, terminé aceptándolo. Me parece un pobre tipo, fuertemente manipulable y que no aprende nada con los años. Es manipulado para casarse en primer lugar, manipulado para hacerse masón, manipulado para intentar algo heroico, para terminar manipulado por su segunda esposa (que no digo quién es), pero muy feliz y campante por eso.
Los villanos de la historia son los Kuraguin, sin embargo a mí me quedó el lema de: temele más a un boludo que a un HDP, el HDP al menos tiene un plan.
En guerra y paz (en la parte de intrigas personales) ganan los boludos, los buenos sufren y los HDP no pagan sus cuentas.
La vida misma. Y repito, mi reacción fue ¡Qué vida puta!
Ahora bien, además de los personajes y mi amor profundo por Andréi, está el resto de la historia. Por un lado, tenemos las partes de historia novelada. Tolstói nos cuenta con bastante rigor (aunque se permite algo de ficción) lo que fueron las guerras napoleónicas desde la perspectiva rusa. Me resultó muy interesante y enriquecedor, aunque reconozco que algunas partes se me hicieron algo pesadas.
Por otro lado, la parte filosófica y teológica. En esta ocasión, Tolstói se pone más sermonero de lo que fue en Anna Karenina. En lo que respecta a los pensamientos de los personajes, de nuevo, Andréi se lleva las palmas, pero en este libro el autor se permite "colarse", romper ¿la segunda dimensión se diría en el caso de los libros?, y hablarle directo al lector. Sobre todo en las partes históricas, en las que reflexiona acerca de la labor de los historiadores rusos y franceses, critica la perspectiva de estudiar solo a los reyes y líderes, e intenta darle una visión más humana a los devenires de la historia. La segunda parte del epílogo es directamente un tratado filosófico y teológico sobre la historia, la libertad, el poder y la voluntad. (Lo voy a releer ya con esa perspectiva).
Ya para cerrar, diré algunas cosas que encontré negativas. Pese a tener 1300 páginas, hay cosas que se resuelven rápido. ¿Pueden creerlo? Entre ellas la primera esposa de Pierre, Elena, fue como si hubiera decidido el cambio a último momento. También Dólojov, realmente merecía un escarmiento y hasta su última aparición haciendo cagadas. Creo que fue el personaje que más odié, más que a Natasha.
Los personajes femeninos en esta historia no fueron el punto fuerte (aunque amé a María), podría achacárselo a la época y cultura de Tolstói, pero dado que leí Anna Karenina y en ese libro las mujeres son fuertes, inteligentes, decididas y nada nabas, puedo asumir que aquí decidió darles ese lugar y bueno... ¿Ya dije que odio a Natasha? Jajaja
De todos modos, el final me cerró. Pensé que no me iba a pasar, porque después del gran giro de trama con Bolkonski, creí que todo lo que vendría después me sabría a amargura y la verdad que no pasó. Solo me queda decir: de la que te salvaste, rey
Sin dudas Tolstói es el número uno a la hora de crear personajes, aunque otros autores tienen don para hacerte sentir a los personajes reales, Tolstói consigue que se te hagan carne. Tanto las descripciones físicas como psicológicas consiguen que sientas que los conocés, que son tus vecinos o parientes. Algunos de ellos se van a convertir en amigos y, por lo tanto, cuando sufran vas a sufrir con ellos, cuando los lastimen, vas a querer entrar a la novela a apuñalar a sus enemigos... Y así.
Es imposible leer este libro y salir indemne.
Eso sí, las emociones que despierta la lectura no son del todo gratas. Como dije, al experimentar los sucesos con tanto realismo, la sensación que me quedó fue de "qué vida puta". No importa que me digan que son ficción, que no existieron, que no sufrieron esas injusticias en carne propia... Para mí pasó, y peor, pasa... Porque es un retrato del ser humano que siempre, en todos los tiempos, ha sido preso de celos, envidias, codicia, lujuria, estupidez...
Y la razón principal por la que el libro me hizo enojar al punto de cerrarlo unos minutos para tomar aire es el mejor personaje jamás creado por un autor: Andréi Bolkonski.
Andréi es todo lo que está bien en el mundo. Atormentado por no encontrar el sentido a la vida, va a paso errante, hasta el final. Pero lo que me hizo amarlo profundamente y sentir que cada desventura era un puñal a mi corazón, es que era el tipo más bien intencionado de la novela. Cuando la cagaba, intentaba arreglarlo. Cuando se bajoneaba, probaba ayudando a los demás o haciendo algo útil. Cuando se enamora... Ufff... Y lo dejo acá para no hacer spoiler. Pero su sufrimiento lo explica bien su hermana, María, otro de los mejores personajes de la novela.
María es sumamente religiosa y espiritual, ella siempre entendió lo que para Tolstói es el amor. No el amor romántico, sujeto a la pasiones, susceptible de errores. El amor entendido como Dios. Cuando su hermano sufre por no amar a su primera esposa, ella le expone su falla en la concepción del amor y por desgracia le va a llevar a Andréi mucho padecimiento llegar a darle la razón a su hermana.
Por último está su padre, el viejo principe, que pese a ser un cascarrabias y, en sus momentos seniles, hasta cruel con sus hijos, los adoraba y siempre quiso lo mejor para ellos.
Es esta familia, la mejor de todas, la que más sufre. Y no es hasta el final, con el epílogo, que al menos yo conseguí cierto sociego.
Luego tenemos a los Rostov. En lo particular los detesté a todos, menos a Sonia. Lo peor en este caso es que no son malos, como lo son otros personajes, que hacen daño adrede. Los Rostov se debaten entre ser boludos redomados y egoístas supinos. El conde (padre) es un hombre débil, incapaz de mantener su fortuna para el bien de su familia e incapaz de sostener su autoridad. Nikolái es un romántico (en el mal sentido de la palabra) y un idealista, que solo se corrige un poco hacia el final de la historia, pero que su felicidad me resulta un insulto ante la desdicha de Andréi. Y Natasha... inserte video de esperando la carroza: ¡Qué criatura estúpida! . La odié toda la novela, dede el inicio, cuando debía caerme bien. Es la típica mujer a quien todos adoran por espontánea, divertida, irreverente... Todos los hombres se enamoran de ella y ella coquetea con todos, ¿ingenuamente? Cuando al fin pasa lo que pasa, que me lo reservo por si no lo saben, me envolvió una ira asesina. Le escribí a todos los que conocía que leyeron el libro (y a algunos que sé que no les molestan los spoilers) para desahogarme, porque la bronca era absoluta.
En la última camada meto a Bezújov. Aunque Pierre también tiene sus momentos de querer ahorcarlo, terminé aceptándolo. Me parece un pobre tipo, fuertemente manipulable y que no aprende nada con los años. Es manipulado para casarse en primer lugar, manipulado para hacerse masón, manipulado para intentar algo heroico, para terminar manipulado por su segunda esposa (que no digo quién es), pero muy feliz y campante por eso.
Los villanos de la historia son los Kuraguin, sin embargo a mí me quedó el lema de: temele más a un boludo que a un HDP, el HDP al menos tiene un plan.
En guerra y paz (en la parte de intrigas personales) ganan los boludos, los buenos sufren y los HDP no pagan sus cuentas.
La vida misma. Y repito, mi reacción fue ¡Qué vida puta!
Ahora bien, además de los personajes y mi amor profundo por Andréi, está el resto de la historia. Por un lado, tenemos las partes de historia novelada. Tolstói nos cuenta con bastante rigor (aunque se permite algo de ficción) lo que fueron las guerras napoleónicas desde la perspectiva rusa. Me resultó muy interesante y enriquecedor, aunque reconozco que algunas partes se me hicieron algo pesadas.
Por otro lado, la parte filosófica y teológica. En esta ocasión, Tolstói se pone más sermonero de lo que fue en Anna Karenina. En lo que respecta a los pensamientos de los personajes, de nuevo, Andréi se lleva las palmas, pero en este libro el autor se permite "colarse", romper ¿la segunda dimensión se diría en el caso de los libros?, y hablarle directo al lector. Sobre todo en las partes históricas, en las que reflexiona acerca de la labor de los historiadores rusos y franceses, critica la perspectiva de estudiar solo a los reyes y líderes, e intenta darle una visión más humana a los devenires de la historia. La segunda parte del epílogo es directamente un tratado filosófico y teológico sobre la historia, la libertad, el poder y la voluntad. (Lo voy a releer ya con esa perspectiva).
Ya para cerrar, diré algunas cosas que encontré negativas. Pese a tener 1300 páginas, hay cosas que se resuelven rápido. ¿Pueden creerlo? Entre ellas la primera esposa de Pierre, Elena, fue como si hubiera decidido el cambio a último momento. También Dólojov, realmente merecía un escarmiento y hasta su última aparición haciendo cagadas. Creo que fue el personaje que más odié, más que a Natasha.
Los personajes femeninos en esta historia no fueron el punto fuerte (aunque amé a María), podría achacárselo a la época y cultura de Tolstói, pero dado que leí Anna Karenina y en ese libro las mujeres son fuertes, inteligentes, decididas y nada nabas, puedo asumir que aquí decidió darles ese lugar y bueno... ¿Ya dije que odio a Natasha? Jajaja
De todos modos, el final me cerró. Pensé que no me iba a pasar, porque después del gran giro de trama con Bolkonski, creí que todo lo que vendría después me sabría a amargura y la verdad que no pasó. Solo me queda decir: de la que te salvaste, rey
Not a great narrator. Everything read with the same inflection.
emotional
informative
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
No
informative
reflective
slow-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
N/A
Flaws of characters a main focus:
Yes
En dan nu een representatief aantal sterren kiezen voor drie jaar en 1400 bladzijden
emotional
funny
reflective
sad
slow-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
I don't think there's anything I can say about War & Peace that will actually add to the conservation. It's not really a novel, it's like 4 books and 2 essay collections losoely held together with a thin red string labeled "Napoleon". You'll probably like some sections more than others, I certainly did. It's got a little bit of everything, the title is incredibly apt. It's War, Peace and everything in between. One thing I haven't seen highlighted as much as maybe it deserves is how damn funny the book can be at times. If you're a fan of dry, biting observational humor, Tolstoy delivers.
Anfangs bisschen zäh zum lesen, aber dann waren nur noch 10/10 Kapitel, absoluter peak Roman
challenging
emotional
reflective
sad
slow-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Yes