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adventurous
challenging
dark
emotional
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tense
fast-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
En este libro, la autora retoma una historia clásica y ya muy conocida, quizás contada hasta el hartazgo desde hace más de dos mil años y en todos los formatos posibles: la Guerra de Troya. Sin embargo, la perspectiva tomada es innovadora; la voz es dada a las mujeres. Es a partir de la vivencia de los personajes femeninos que aparecen más o menos esporádicamente en la Ilíada que Haynes retoma la guerra de Troya en un ida y vuelta entre recuerdos, vivencias y premoniciones. La narración toma así un camino no lineal desde la caída de la ciudad y nos lleva a conocer los destinos de cada una de las protagonistas, entramados gracias a la Musa Calíope, que le canta al poeta esta epopeya.
El canto de Calíope inicia pues con el poeta invocando a la Musa Calíope para escribir una historia, y a Calíope con el deseo de poner en relevancia las voces de quienes son olvidadas. La primera voz que encontramos es la de Creusa, esposa del noble Eneas, quien se despierta confundida al escuchar el bramido de los griegos y la caída de la ciudad de Troya; confundida porque como todos los Troyanos, Creusa se había acostado esa noche pensando que la guerra se había acabado y podían celebrar la victoria. Con esta primera voz, conocemos los acontecimientos terribles sufridos por quien se da cuenta de que ha perdido a su familia por el fuego luego de diez años de guerra, y que no puede creer que sea necesario huir porque los griegos han tomado la ciudad. Esta voz es, como muchas que vendrán, fugaz; Creusa no sobrevive esa noche, y su cuerpo pasará a formar parte de la creciente pira de civiles que son asesinados por los griegos.
Este capítulo nos da ya una idea clara de lo que traerá la narración, después de todo la guerra no es un asunto agradable, y las víctimas son muchas, en su mayoría mujeres y niños. Podremos palpar pues la desesperación de las mujeres, que pierden sus hogares y familias, que no pueden proteger a sus hijos y que intentan salvar sus vidas mientras todo lo que conocen termina de ser consumido por la guerra. Y digo termina de ser consumido, porque los diez largos años de guerra que nos cuenta la Ilíada han consumido ya a la mayoría de los jóvenes soldados, a las aldeas vecinas, a los sembradíos y a los animales.
Pasaremos pues por la desesperación de Creusa, el miedo de las troyanas sobrevivientes, el deseo de venganza frente a la muerte del hijo menor de Ecabe y la final resignación a sus destinos, que en la mayoría de los casos es la muerte.
Pero no son sólo las voces de las troyanas las que son recuperadas por Haynes. Escuchamos también las voces de las reinas griegas, que quedaron atrás solas cuando sus maridos debieron responder al llamado de Agamenón y Menelao para recuperar a Elena. Las griegas también se enfrentan a la desesperación y a la pérdida del amor y de la familia, a la traición y al deseo de venganza.
A medida que avanza la trama, toman cada vez más importancia la presencia de las diosas, a quienes vemos inmiscuirse en los asuntos de los mortales y desencadenar los eventos que precipitan la guerra. En estos relatos de las diosas conocemos las razones para una guerra semejante y una matanza tal. Como ya he mencionado, me parece una perspectiva interesante y válida, que busca recuperar voces que habían estado casi silenciadas en los relatos originales y no retomadas en los múltiples remakes recientes. A partir de una serie de narraciones históricas, donde aparecen algunos detalles más acerca de las mujeres involucradas en la guerra de Troya, Haynes logra tejer una trama atrapante e innovadora. En este sentido, vamos descubriendo los puntos de vista, las historias y las emociones que vive cada una de las mujeres desde el lugar donde se encuentran y en su relación con los guerreros, que pasan a un segundo plano. Una gran ausencia en el libro es la voz de Elena, dejada de lado conscientemente por Calíope, tenemos alguna idea de ella a partir de las percepciones de las otras mujeres, quienes no pueden perdonarla por haberles costado todo. De cierta forma, entiendo esta omisión, ya que mucho se ha escrito acerca de su belleza hipnótica y de su destino sellado de tragedia, aunque como vemos en “El Canto de Calíope”, es quien menos sufre consecuencias nefastas, ya que vuelve a Grecia como reina al lado de Menelao, quien la perdona al cabo de muy poco tiempo.
Dos aspectos me parecen a revisar en este libro. El primero es que sólo tenemos las voces de las mujeres de la nobleza; al igual que en la Ilíada y en la Odisea, las voces que son recuperadas pertenecen a la aristocracia griega y troyana. Son sus vidas las que conocemos, y cómo sus vidas fueron cambiadas por la guerra. Pero no escuchamos nada acerca de las personas del común, que vieron sus tierras arrasadas y a sus familias destruidas. Esto responde, desde mi punto de vista, a la construcción de personajes a partir de nombres ya conocidos. No encontramos la perspectiva por ejemplo de una campesina que vive en Troya y que también vivencia en carne propia la guerra al igual que cualquier reina, noble o sacerdotisa.
El segundo aspecto que a mi parecer es débil responde al mundo en que viven estas mujeres; el mundo doméstico, donde su única preocupación es la de su marido y sus hijos, y donde son presentadas como re-actoras, en el sentido en que sus vidas se reducen a reaccionar de manera más o menos pasivas a las decisiones tomadas por los hombres. Actualmente, muchas perspectivas buscan reconstruir la/s esfera/s donde circulaban y tenían injerencia las mujeres a lo largo de la historia, y en esta tarea es fundamental no reproducir relaciones de género y esferas de actuación actuales propias del mundo occidental. Este es un aspecto ampliamente discutible, lo sé; pero creo que es uno al que debemos prestar particular atención. Recordemos que los relatos que tenemos hoy sobre el pasado griego han sido construidos por eruditos que en su mayoría eran hombres, y por ende hay un gran sesgo en lo que fue contado y recuperado. Si queremos recuperar las voces femeninas de las tinieblas en las que el patriarcado de la mano de la ilustración las ha sumido, debemos ser críticas/os acerca de las bases sobre las que construímos una visión de las mujeres del pasado, a las que seguimos encerrando en la esfera doméstica dónde no pueden más que dedicarse a “tareas de mantenimiento”.
En conclusión, Haynes logra darnos otra visión de una historia sumamente conocida, que busca poner el foco en los personajes femeninos, sus perspectivas y sus acciones. Esto en sí mismo es merecedor de una lectura interesada y atenta. Las debilidades que a mi parecer tiene el libro requieren una larga discusión en el marco de las perspectivas de género para poder cuestionarnos muchas estructuras que tenemos muy interiorizadas. En este sentido, creo que escribir una novela de corte histórico no implica dejar de cuestionar nuestras estructuras, deconstruirnos de cierta manera para dejar de reproducir relaciones y estructuras que generan desigualdad y violencia.
El canto de Calíope inicia pues con el poeta invocando a la Musa Calíope para escribir una historia, y a Calíope con el deseo de poner en relevancia las voces de quienes son olvidadas. La primera voz que encontramos es la de Creusa, esposa del noble Eneas, quien se despierta confundida al escuchar el bramido de los griegos y la caída de la ciudad de Troya; confundida porque como todos los Troyanos, Creusa se había acostado esa noche pensando que la guerra se había acabado y podían celebrar la victoria. Con esta primera voz, conocemos los acontecimientos terribles sufridos por quien se da cuenta de que ha perdido a su familia por el fuego luego de diez años de guerra, y que no puede creer que sea necesario huir porque los griegos han tomado la ciudad. Esta voz es, como muchas que vendrán, fugaz; Creusa no sobrevive esa noche, y su cuerpo pasará a formar parte de la creciente pira de civiles que son asesinados por los griegos.
Este capítulo nos da ya una idea clara de lo que traerá la narración, después de todo la guerra no es un asunto agradable, y las víctimas son muchas, en su mayoría mujeres y niños. Podremos palpar pues la desesperación de las mujeres, que pierden sus hogares y familias, que no pueden proteger a sus hijos y que intentan salvar sus vidas mientras todo lo que conocen termina de ser consumido por la guerra. Y digo termina de ser consumido, porque los diez largos años de guerra que nos cuenta la Ilíada han consumido ya a la mayoría de los jóvenes soldados, a las aldeas vecinas, a los sembradíos y a los animales.
Pasaremos pues por la desesperación de Creusa, el miedo de las troyanas sobrevivientes, el deseo de venganza frente a la muerte del hijo menor de Ecabe y la final resignación a sus destinos, que en la mayoría de los casos es la muerte.
Pero no son sólo las voces de las troyanas las que son recuperadas por Haynes. Escuchamos también las voces de las reinas griegas, que quedaron atrás solas cuando sus maridos debieron responder al llamado de Agamenón y Menelao para recuperar a Elena. Las griegas también se enfrentan a la desesperación y a la pérdida del amor y de la familia, a la traición y al deseo de venganza.
A medida que avanza la trama, toman cada vez más importancia la presencia de las diosas, a quienes vemos inmiscuirse en los asuntos de los mortales y desencadenar los eventos que precipitan la guerra. En estos relatos de las diosas conocemos las razones para una guerra semejante y una matanza tal. Como ya he mencionado, me parece una perspectiva interesante y válida, que busca recuperar voces que habían estado casi silenciadas en los relatos originales y no retomadas en los múltiples remakes recientes. A partir de una serie de narraciones históricas, donde aparecen algunos detalles más acerca de las mujeres involucradas en la guerra de Troya, Haynes logra tejer una trama atrapante e innovadora. En este sentido, vamos descubriendo los puntos de vista, las historias y las emociones que vive cada una de las mujeres desde el lugar donde se encuentran y en su relación con los guerreros, que pasan a un segundo plano. Una gran ausencia en el libro es la voz de Elena, dejada de lado conscientemente por Calíope, tenemos alguna idea de ella a partir de las percepciones de las otras mujeres, quienes no pueden perdonarla por haberles costado todo. De cierta forma, entiendo esta omisión, ya que mucho se ha escrito acerca de su belleza hipnótica y de su destino sellado de tragedia, aunque como vemos en “El Canto de Calíope”, es quien menos sufre consecuencias nefastas, ya que vuelve a Grecia como reina al lado de Menelao, quien la perdona al cabo de muy poco tiempo.
Dos aspectos me parecen a revisar en este libro. El primero es que sólo tenemos las voces de las mujeres de la nobleza; al igual que en la Ilíada y en la Odisea, las voces que son recuperadas pertenecen a la aristocracia griega y troyana. Son sus vidas las que conocemos, y cómo sus vidas fueron cambiadas por la guerra. Pero no escuchamos nada acerca de las personas del común, que vieron sus tierras arrasadas y a sus familias destruidas. Esto responde, desde mi punto de vista, a la construcción de personajes a partir de nombres ya conocidos. No encontramos la perspectiva por ejemplo de una campesina que vive en Troya y que también vivencia en carne propia la guerra al igual que cualquier reina, noble o sacerdotisa.
El segundo aspecto que a mi parecer es débil responde al mundo en que viven estas mujeres; el mundo doméstico, donde su única preocupación es la de su marido y sus hijos, y donde son presentadas como re-actoras, en el sentido en que sus vidas se reducen a reaccionar de manera más o menos pasivas a las decisiones tomadas por los hombres. Actualmente, muchas perspectivas buscan reconstruir la/s esfera/s donde circulaban y tenían injerencia las mujeres a lo largo de la historia, y en esta tarea es fundamental no reproducir relaciones de género y esferas de actuación actuales propias del mundo occidental. Este es un aspecto ampliamente discutible, lo sé; pero creo que es uno al que debemos prestar particular atención. Recordemos que los relatos que tenemos hoy sobre el pasado griego han sido construidos por eruditos que en su mayoría eran hombres, y por ende hay un gran sesgo en lo que fue contado y recuperado. Si queremos recuperar las voces femeninas de las tinieblas en las que el patriarcado de la mano de la ilustración las ha sumido, debemos ser críticas/os acerca de las bases sobre las que construímos una visión de las mujeres del pasado, a las que seguimos encerrando en la esfera doméstica dónde no pueden más que dedicarse a “tareas de mantenimiento”.
En conclusión, Haynes logra darnos otra visión de una historia sumamente conocida, que busca poner el foco en los personajes femeninos, sus perspectivas y sus acciones. Esto en sí mismo es merecedor de una lectura interesada y atenta. Las debilidades que a mi parecer tiene el libro requieren una larga discusión en el marco de las perspectivas de género para poder cuestionarnos muchas estructuras que tenemos muy interiorizadas. En este sentido, creo que escribir una novela de corte histórico no implica dejar de cuestionar nuestras estructuras, deconstruirnos de cierta manera para dejar de reproducir relaciones y estructuras que generan desigualdad y violencia.
adventurous
emotional
reflective
fast-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Complicated
adventurous
sad
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Loveable characters:
Yes
adventurous
emotional
sad
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
challenging
medium-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
No
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Complicated
adventurous
emotional
inspiring
reflective
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
No
This provokes a great emotional reaction. It is very well written
However, it is not a feminist retelling, specifically because I would like to believe that women's stories are not the sum of reactions to men's actions. While the story material is of course centered around men, the stories themselves lend to deeper understanding of women's plights and miseries in a war setting! And the thing is, Homer does that! We already know what Penelope and her maids went through, we already know how Andromache felt when she had to see her son die because Homer talks about it. So what is feminist about this book? That it has all female POVs? Sure, if you like it like that!
However, it is not a feminist retelling, specifically because I would like to believe that women's stories are not the sum of reactions to men's actions. While the story material is of course centered around men, the stories themselves lend to deeper understanding of women's plights and miseries in a war setting! And the thing is, Homer does that! We already know what Penelope and her maids went through, we already know how Andromache felt when she had to see her son die because Homer talks about it. So what is feminist about this book? That it has all female POVs? Sure, if you like it like that!
reflective
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
More breadth than depth, but very enjoyable. This is a collection of stories showing the women's POVs of the Trojan war - mortals, goddesses, and other beings (like nymphs?). Natalie Haynes performed her own book and did very well. She has a beautiful voice, although she spoke flatly sometimes. Definitely recommended for Greek myth fans. But not as good as Circe.