Take a photo of a barcode or cover
reflective
slow-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Yes
it just wasn’t for me there wasn’t much happening and it just wasn’t holding my attention
adventurous
dark
emotional
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
No
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Yes
Is it just me or does anyone else think Hemingway makes his readers work for it? There were snatches of dialogue I had to read two or three times before I understood what they were talking about. I appreciate his straightforward, sparse prose, but his dialogue made me tired.
Probablemente una de las mayores sorpresas de este año. ¡Qué vivacidad en la atmósfera de la novela! Tan claro y sencillo el lenguaje, tan simple la trama... Parecía difícil alcanzar algo así. Pero Hemingway lo bordó, contagiándose el ánimo festivo y, desde luego, se merece, con creces, las 5 estrellas.
En primer lugar, para esta novela creo indispensable hablar de los escenarios, de la atmósfera que los impregna y les da vida propia, convirtiéndolas en un personaje más. Los dos principales contrastan perfectamente: París y Pamplona. En la ciudad del amor nos vemos sumidos en la sobriedad refinada, pero muy borracha; en una atmósfera de cafés y literatura, Champagne, aventuras románticas de las que hacían gala los felices años 20, más alcohol, y clubes. Y alguna cena con alguna Georgette que pasaba por ahí. En cambio, Pamplona es la fiesta y su éxtasis. ¡Toros, gente, algarabía, vino! ¡El caos en la multitud, con un grupo de amigos, en mitad de aquella atmósfera musical y festiva tan propia de San Fermines! El desconcierto, un grupo, romances, flechazos con algún matador que parece todo un héroe celestial y valiente. Con esta dicotomía jugará el autor, entregándonos dos paisajes enfrentados pero que se complementan y, además, sumándole la calma de Burguete como reposo y puente hacia la segunda mitad.
En segundo lugar, hace falta mencionar la personalidad magnífica de los personajes. ¡Qué reales se sentían! Todos un poco nihilistas, cínicos, algo egoístas y altaneros, eran parte del cóctel perfecto ara que estallase entre ellos el conflicto sobre Brett, mujer hermosa, promiscua, símbolo de la libertad sexual de esos años. Sin lugar a dudas, las interacciones entre ellos son interesantísimas, con frases que dicen mucho más de lo que está escrito, y a los que hay que leer según corazonadas. Jake y Bill parecen hasta buenos en el grupo completado por Cohn, Mike y Brett, donde todos irán a Pamplona a cumplir sus objetivos.
La trama hace falta mencionarla, ¡claro que hace falta mencionarla!, porque por su profundidad, simple en apariencia, permite hacer brillar al resto de detalles del libro. A grandes rasgos, no es más que una historia de amor prohibido entre Jake, que hace de narrador, y Brett. Pero no se queda ahí, y con todo lo que ocurre, permitirá a Hemingway tanto desgranar las relaciones entre personajes como mostrar los lugares en todo su esplendor: es un hilo conductor de los acontecimientos, casi predestinados de la vida cotidiana, que escapa de todo alcance de nuestro protagonista aunque influya y tome parte en ellos, pero que se siente curiosamente orgánico y natural.
Por último, hace falta hablar del estilo único de Hemingway. Aquella teoría del iceberg que desarrolló en sus años como periodista irrumpe con fuerza de mil tormentas en su primera novela. La leí en inglés y por ello pensaba que esas sensaciones mías que guiaban la trama era debido a la barrera idiomática. Pero nada más lejos de la realidad, la sensación fue acentuándose mientras pasaban las páginas, dejándote una sensación de sumergirte en el mundo más por lo que falta por escribir que por aquello que hay sobre el papel. Te guste o no su estilo simple y sobrio, los sentimientos que transmite es algo a lo que todo novelista debería aspirar.
En conclusión, «Fiesta» es espectacular, gloriosa en su sencillez. Incluso después de acabártela te deja lleno, contento, habiendo experimentado la algazara de San Fermines y los elegantes cafés parisinos. Todo en en ella cautiva: tramas, personajes, y descripciones, que se vislumbran en el objetivo último de la novela. ¡Quiero continuar ahora con Hemingway, revelación para mí! Y es que pensaba que me iba a encontrar con un estilo sobrio, seco, sencillo; en su defecto soso, con temas insípidos y apagados. Pero más no me podría haber equivocado —menos mal— habiéndose convertido en, fácilmente, la revelación clásica de este año. Unas 5 estrellas más que merecidas.
En primer lugar, para esta novela creo indispensable hablar de los escenarios, de la atmósfera que los impregna y les da vida propia, convirtiéndolas en un personaje más. Los dos principales contrastan perfectamente: París y Pamplona. En la ciudad del amor nos vemos sumidos en la sobriedad refinada, pero muy borracha; en una atmósfera de cafés y literatura, Champagne, aventuras románticas de las que hacían gala los felices años 20, más alcohol, y clubes. Y alguna cena con alguna Georgette que pasaba por ahí. En cambio, Pamplona es la fiesta y su éxtasis. ¡Toros, gente, algarabía, vino! ¡El caos en la multitud, con un grupo de amigos, en mitad de aquella atmósfera musical y festiva tan propia de San Fermines! El desconcierto, un grupo, romances, flechazos con algún matador que parece todo un héroe celestial y valiente. Con esta dicotomía jugará el autor, entregándonos dos paisajes enfrentados pero que se complementan y, además, sumándole la calma de Burguete como reposo y puente hacia la segunda mitad.
En segundo lugar, hace falta mencionar la personalidad magnífica de los personajes. ¡Qué reales se sentían! Todos un poco nihilistas, cínicos, algo egoístas y altaneros, eran parte del cóctel perfecto ara que estallase entre ellos el conflicto sobre Brett, mujer hermosa, promiscua, símbolo de la libertad sexual de esos años. Sin lugar a dudas, las interacciones entre ellos son interesantísimas, con frases que dicen mucho más de lo que está escrito, y a los que hay que leer según corazonadas. Jake y Bill parecen hasta buenos en el grupo completado por Cohn, Mike y Brett, donde todos irán a Pamplona a cumplir sus objetivos.
La trama hace falta mencionarla, ¡claro que hace falta mencionarla!, porque por su profundidad, simple en apariencia, permite hacer brillar al resto de detalles del libro. A grandes rasgos, no es más que una historia de amor prohibido entre Jake, que hace de narrador, y Brett. Pero no se queda ahí, y con todo lo que ocurre, permitirá a Hemingway tanto desgranar las relaciones entre personajes como mostrar los lugares en todo su esplendor: es un hilo conductor de los acontecimientos, casi predestinados de la vida cotidiana, que escapa de todo alcance de nuestro protagonista aunque influya y tome parte en ellos, pero que se siente curiosamente orgánico y natural.
Por último, hace falta hablar del estilo único de Hemingway. Aquella teoría del iceberg que desarrolló en sus años como periodista irrumpe con fuerza de mil tormentas en su primera novela. La leí en inglés y por ello pensaba que esas sensaciones mías que guiaban la trama era debido a la barrera idiomática. Pero nada más lejos de la realidad, la sensación fue acentuándose mientras pasaban las páginas, dejándote una sensación de sumergirte en el mundo más por lo que falta por escribir que por aquello que hay sobre el papel. Te guste o no su estilo simple y sobrio, los sentimientos que transmite es algo a lo que todo novelista debería aspirar.
En conclusión, «Fiesta» es espectacular, gloriosa en su sencillez. Incluso después de acabártela te deja lleno, contento, habiendo experimentado la algazara de San Fermines y los elegantes cafés parisinos. Todo en en ella cautiva: tramas, personajes, y descripciones, que se vislumbran en el objetivo último de la novela. ¡Quiero continuar ahora con Hemingway, revelación para mí! Y es que pensaba que me iba a encontrar con un estilo sobrio, seco, sencillo; en su defecto soso, con temas insípidos y apagados. Pero más no me podría haber equivocado —menos mal— habiéndose convertido en, fácilmente, la revelación clásica de este año. Unas 5 estrellas más que merecidas.
reflective
slow-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
No
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Yes
I have to give it another go, but this time in English. Hideous Spanish translation.
This is the first Hemingway novel I’ve ever read. Been meaning to dive into his work for a long time. Since he is known for deceptively simple prose, I was taken aback by how gorgeous and lyrical some of his descriptions were. I’ve earmarked a few as inspiration for my own work. The plot seemed to just chug along. Lots of interesting points throughout without too much…err…point. I enjoyed the emotional strain between Jake and Brett, though this was largely forgotten about during the whole middle of the book. Still, l was happy with the payoff at the very end.
adventurous
emotional
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Yes