You need to sign in or sign up before continuing.
Take a photo of a barcode or cover
El capítulo del contrato fue muy cruel y me hizo detener la lectura, sigo preguntándome qué tan necesaria era la escena
Ni siquiera pude terminar de leer esta historia, es cruel y cruda. Entiendo que sea el punto incomodar al lector pero no puedo seguir leyendo y no lo recomiendo a nadie, nunca!
la historia es buena y desagradable, por el tema de la pedofilia, sin embargo sentí una atmósfera mucho más estadounidense que Duranguense, por más "agringado" que pueda estar el norte, no puede ser tan parecida. los personajes también me parecieron muy caricaturescos. La calificación es por el desarrollo, el horror de hablar de la pedofilia y el final de la historia (la última oración).
Leer este libro es decir “que hijo de puta” cada dos por 3.
Un libro sumamente doloroso pero muy bien escrito. No es un libro de terror por su ficción, es de terror porque es la realidad de muchas niñas.
No recomendado para todos.
Un libro sumamente doloroso pero muy bien escrito. No es un libro de terror por su ficción, es de terror porque es la realidad de muchas niñas.
No recomendado para todos.
dark
emotional
sad
fast-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
N/A
Flaws of characters a main focus:
N/A
Graphic: Child abuse, Child death, Domestic abuse, Pedophilia, Physical abuse, Rape, Sexual assault, Sexual content, Sexual violence, Torture, Violence, Blood, Trafficking, Kidnapping, Murder, Pregnancy, Sexual harassment
dark
sad
tense
slow-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Yes
En realidad no sé cómo expresar lo que el libro me dejó...
Es una cruda realidad que no queremos saber: la pedofília. Sabemos que existe, pero la mente se rehusa a aterrizar la idea, la realidad de lo que los infantes pasan cuando están en manos de sus predadores.
Este libro relata, desde varios puntos de vista, la atrocidad que se vive en esos momentos.
Incomoda de leer, claro que si, pero al mismo tiempo si algo no se te despierta y se mueve en ti con este libro, algo anda mal.
A veces es necesario, como Aimeé, darnos un cruel golpe de realidad, por más que cueste, por más que de asco, por más que queramos cerrar los ojos: los monstruos son reales, y están entre nosotros.
Es una cruda realidad que no queremos saber: la pedofília. Sabemos que existe, pero la mente se rehusa a aterrizar la idea, la realidad de lo que los infantes pasan cuando están en manos de sus predadores.
Este libro relata, desde varios puntos de vista, la atrocidad que se vive en esos momentos.
Incomoda de leer, claro que si, pero al mismo tiempo si algo no se te despierta y se mueve en ti con este libro, algo anda mal.
A veces es necesario, como Aimeé, darnos un cruel golpe de realidad, por más que cueste, por más que de asco, por más que queramos cerrar los ojos: los monstruos son reales, y están entre nosotros.
challenging
dark
emotional
sad
tense
fast-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Yes
El Monstruo Pentápodo de Liliana Blum
Liliana Blum, con El Monstruo Pentápodo, se lanza sin miedo a un terreno incómodo: la mente de un pedófilo. Y lo hace sin concesiones. El libro es perturbador, valiente y molesto en el mejor sentido de la palabra: molesta porque remueve, confronta y obliga a mirar donde preferimos no ver.
¿De qué va?
La novela alterna las voces de Raymundo, un hombre con impulsos pedófilos que decide secuestrar a una niña, y de la madre de esta, Susana, y Aimee una mujer solitaria que cae en su trampa. Lo más inquietante es la narración desde la perspectiva del agresor: Blum no lo juzga ni lo convierte en caricatura. Lo construye como un personaje complejo, humano, y eso precisamente es lo que más incomoda: ver que el monstruo no siempre es una figura lejana o grotesca, sino alguien que se esconde bajo una máscara de normalidad.
Lo mejor
La escritura: Precisa, sobria, sin adornos innecesarios. Blum no busca escandalizar con morbo, sino incomodar con verdad.
La estructura: Alternar puntos de vista permite entender las dimensiones del daño desde varios ángulos. Es una lectura que se siente como una cuenta regresiva.
La valentía del tema: No muchos autores se atreven a abordar la pedofilia desde una perspectiva interna, y menos aún con esta honestidad brutal.
Lo cuestionable
No es para todos: Hay escenas que, aunque no gráficas en extremo, pueden resultar profundamente perturbadoras. Blum juega con esa delgada línea entre mostrar y sugerir.
Falta de redención: No hay consuelo, no hay justicia convencional. Es una historia que te deja con una sensación de vacío, tal vez a propósito, pero igual frustrante.
En resumen
Es un libro necesario, pero incómodo. No es entretenido en el sentido tradicional, pero es absorbente. Si buscas una lectura ligera o esperas una historia con moraleja y justicia, pasa de largo. Si te interesa la literatura que raspa, que incomoda y que obliga a pensar en lo que nadie quiere hablar, este libro cumple.
Puntuación sugerida: 8.5/10
Lectura difícil, pero relevante. Blum se atreve a mirar al monstruo a los ojos, y nos obliga a hacerlo también.
Liliana Blum, con El Monstruo Pentápodo, se lanza sin miedo a un terreno incómodo: la mente de un pedófilo. Y lo hace sin concesiones. El libro es perturbador, valiente y molesto en el mejor sentido de la palabra: molesta porque remueve, confronta y obliga a mirar donde preferimos no ver.
¿De qué va?
La novela alterna las voces de Raymundo, un hombre con impulsos pedófilos que decide secuestrar a una niña, y de la madre de esta, Susana, y Aimee una mujer solitaria que cae en su trampa. Lo más inquietante es la narración desde la perspectiva del agresor: Blum no lo juzga ni lo convierte en caricatura. Lo construye como un personaje complejo, humano, y eso precisamente es lo que más incomoda: ver que el monstruo no siempre es una figura lejana o grotesca, sino alguien que se esconde bajo una máscara de normalidad.
Lo mejor
La escritura: Precisa, sobria, sin adornos innecesarios. Blum no busca escandalizar con morbo, sino incomodar con verdad.
La estructura: Alternar puntos de vista permite entender las dimensiones del daño desde varios ángulos. Es una lectura que se siente como una cuenta regresiva.
La valentía del tema: No muchos autores se atreven a abordar la pedofilia desde una perspectiva interna, y menos aún con esta honestidad brutal.
Lo cuestionable
No es para todos: Hay escenas que, aunque no gráficas en extremo, pueden resultar profundamente perturbadoras. Blum juega con esa delgada línea entre mostrar y sugerir.
Falta de redención: No hay consuelo, no hay justicia convencional. Es una historia que te deja con una sensación de vacío, tal vez a propósito, pero igual frustrante.
En resumen
Es un libro necesario, pero incómodo. No es entretenido en el sentido tradicional, pero es absorbente. Si buscas una lectura ligera o esperas una historia con moraleja y justicia, pasa de largo. Si te interesa la literatura que raspa, que incomoda y que obliga a pensar en lo que nadie quiere hablar, este libro cumple.
Puntuación sugerida: 8.5/10
Lectura difícil, pero relevante. Blum se atreve a mirar al monstruo a los ojos, y nos obliga a hacerlo también.
dark
tense
slow-paced
Loveable characters:
No
Diverse cast of characters:
Complicated
Un libro inesperado, duro, cruel, explícito y repulsivo.
Una gran narración con una gran escritura dan vida a algo vil y obscuro que es difícil de asimilar, leer y no quieres imaginar.
No recomendable para todo público.
Una gran narración con una gran escritura dan vida a algo vil y obscuro que es difícil de asimilar, leer y no quieres imaginar.
No recomendable para todo público.