Take a photo of a barcode or cover
This was just an ok book for me. I listened to it in audio format and I would not recommend it with this type of story. There are so many characters, settings, and time periods that the story was some what hard to follow in certain areas. Although, I though the narrator did a very good job with all the accents and languages throughout the book.
The story was another part that didn't really catch my attention. The whole time I kept waiting for something exciting to happen and nothing really did. Even the intrigue about multiple personalities wasn't that interesting. I was sadly kind of bored with this story, I thought from the summary that I would really enjoy this historical type of book, but I didn't really like much of it.
The story was another part that didn't really catch my attention. The whole time I kept waiting for something exciting to happen and nothing really did. Even the intrigue about multiple personalities wasn't that interesting. I was sadly kind of bored with this story, I thought from the summary that I would really enjoy this historical type of book, but I didn't really like much of it.
No es la mejor novela de Eco. Al ser un antiheroe el protagonista, la historia se hace pesada. Interesante que menciona hechos historicos verdaderos y que esa historia difamatoria de los protocolos de sion siga dando vueltas en nuestros tiempos.
Sorely disappointed with this one. :( Finished it, hoping that Eco would redeem the novel towards the end... But it finished like it started: confusing, esoteric and poorly executed. I felt like I was reading a badly written history text book. Save your money, buy NAME OF THE ROSE instead.
I'm a huge Umberto Eco fan, and usually enjoy books of his that other people don't really like, but I was very disappointed with this book.
The book tells the story of Captain Simonini (to give just one of his pseudonyms), an Italian who lives in Paris and forges legal documents for a living. His family was anti-Semite and anti-Freemason, and he is fascinated by a particular story of conspirators meeting in a cemetery in Prague to hold rituals and plot against the world. Simonini ends up working as a spy, and is basically asked by various government people to invent conspiracies and write documents incriminating Freemasons and Jews. So the book details his increasingly ambitious creations and false conspiracies.
There is another aspect to the book: the story unfolds in the diaries of Simonini. He actually has a split personality, and neither personality knows the other, so they write in the same diary, trying to figure out if they are the same person or not, filling in gaps in each others' memories. This sounds pretty interesting, but I think it is rather poorly executed. A lot of the dialog between Simonini's personalities is actually summarized by a Narrator, whose presence is never really clearly explained and who seems totally unnecessary, except as a shortcut to save Eco the bother of writing dialog between two characters. Eco often has some very interesting insights about memory and its relationship to reality, but I didn't feel like this device actually added anything to the story.
My final problem with the book is that all of the characters were really despicable. Simonini is a nasty man, and he causes deaths and ultimately genocide without a second thought. It was really hard to care what happened to him, because he was such a rotten person.
There were times when I thought about abandoning this book. I am glad I read to the end, because the last few pages were satisfying, but I still found this to be a huge disappointment.
Hacía muchos años que no leía nada de Umberto Eco, y confieso que después de leer una mayoría de críticas y reseñas negativas, me costó decidirme a empezar este libro. Realmente mereció la pena, siento no coincidir con la mayoría, pero me ha gustado mucho este libro.
Sí, es cierto, la narración es enrevesada, hay cosas realmente pesadas de leer, las interminables descripciones gastronómicas, por ejemplo. Pero la prosa de Eco es realmente potente, un auténtico derroche de energía, de ambientación y de documentación que demuestra el porqué de su prestigio. La historia comienza en 1897 y reconstruye los últimos 50 años del siglo XIX tanto en Francia como en Italia, y el hilo conductor, la forma narrativa del libro, es realmente curiosa y original. El personaje principal, anciano aquejado de amnesia y desdoblamiento de personalidad, escribe un diario con la intención de poner en orden sus pensamientos e intentar recordar los elementos de su vida. En el diario escribe alternativamente con sus dos personalidades y para colmo, está la figura del “narrador” que intenta poner orden en los recuerdos desordenados cronológicamente de los “dos” protagonistas. Reconozco que no es fácil seguir el libro, no es un best seller de verano para leer en la playa, pero en mi caso, puedo decir que el esfuerzo me ha valido la pena. Eco juega con los hechos acaecidos en el XIX, todos reales, aunque cueste muchísimo creerlo, para indicarle al lector una pista de lo que está ocurriendo hoy en día. Es desesperanzador ver cómo nada ha cambiado gran cosa, que la manipulación por parte del poder de la información y la provocación sigue gobernando nuestra vida, cómo siempre habrá gente que se preste, sin ningún tipo de escrúpulo, a este juego, aportando su granito de arena a que el “statu quo” se mantenga indefinidamente y como la corrupción, la ambición y la falta de escrúpulos morales de las personas, que en cada momento detentan o participan del poder, es capaz de provocar matanzas, pobreza y el sometimiento de grandes grupos de población. También nos muestra cómo se sentaron las bases de una de las peores tragedias del siglo XX, el nazismo, el nacionalismo y los genocidios raciales que se vivieron durante el siglo XX y que, no nos engañemos, continúan y continuarán durante este siglo. Desde el punto de vista narrativo ha causado una gran polémica el protagonista de esta historia, despreciable, sin escrúpulos, obseso antisemita, que nos hace partícipes el leer su vida de los hechos que protagoniza. Eso nos crea malestar, porque aunque no quieras te identificas con él en ciertos momentos, es una persona que lucha por su vida, que busca su sustento que lucha por lo que quiere, aunque sea repugnante, quizás sea ese el efecto que buscaba el autor, crearnos ese malestar, señal de que aún tenemos algo de humanidad. Es la clásica demagogia de la humanidad del monstruo, recuerdo una polémica parecida con una película sobre los últimos días de Hitler, donde se acusaba de humanizar al diablo, el problema es que no queremos ver que realmente el diablo es humano, que todos llevamos una parte de diablo dentro, sobre todo cuando nos refugiamos en la masa o cuando tememos por nuestra vida, física o material. Un asesino de masas también es capaz de amar y cuidar de alguien, y automáticamente eso lo asociamos a un rasgo positivo, y nos negamos a otorgarle rasgos positivos a un asesino. Quizás lo que hay que cambiar es esa apreciación, la capacidad de amar, como la de matar, está presente en nuestra naturaleza, en todos nosotros, el ser capaz de amar no es una rasgo positivo en sí mismo, todos lo tenemos, lo que nos diferencia es la utilización y las consecuencias de estas propiedades del ser humano. En resumen, lectura densa pero interesante, lección de historia y también análisis moral de nuestra naturaleza, es un libro que te hace pensar y reflexionar.
Sí, es cierto, la narración es enrevesada, hay cosas realmente pesadas de leer, las interminables descripciones gastronómicas, por ejemplo. Pero la prosa de Eco es realmente potente, un auténtico derroche de energía, de ambientación y de documentación que demuestra el porqué de su prestigio. La historia comienza en 1897 y reconstruye los últimos 50 años del siglo XIX tanto en Francia como en Italia, y el hilo conductor, la forma narrativa del libro, es realmente curiosa y original. El personaje principal, anciano aquejado de amnesia y desdoblamiento de personalidad, escribe un diario con la intención de poner en orden sus pensamientos e intentar recordar los elementos de su vida. En el diario escribe alternativamente con sus dos personalidades y para colmo, está la figura del “narrador” que intenta poner orden en los recuerdos desordenados cronológicamente de los “dos” protagonistas. Reconozco que no es fácil seguir el libro, no es un best seller de verano para leer en la playa, pero en mi caso, puedo decir que el esfuerzo me ha valido la pena. Eco juega con los hechos acaecidos en el XIX, todos reales, aunque cueste muchísimo creerlo, para indicarle al lector una pista de lo que está ocurriendo hoy en día. Es desesperanzador ver cómo nada ha cambiado gran cosa, que la manipulación por parte del poder de la información y la provocación sigue gobernando nuestra vida, cómo siempre habrá gente que se preste, sin ningún tipo de escrúpulo, a este juego, aportando su granito de arena a que el “statu quo” se mantenga indefinidamente y como la corrupción, la ambición y la falta de escrúpulos morales de las personas, que en cada momento detentan o participan del poder, es capaz de provocar matanzas, pobreza y el sometimiento de grandes grupos de población. También nos muestra cómo se sentaron las bases de una de las peores tragedias del siglo XX, el nazismo, el nacionalismo y los genocidios raciales que se vivieron durante el siglo XX y que, no nos engañemos, continúan y continuarán durante este siglo. Desde el punto de vista narrativo ha causado una gran polémica el protagonista de esta historia, despreciable, sin escrúpulos, obseso antisemita, que nos hace partícipes el leer su vida de los hechos que protagoniza. Eso nos crea malestar, porque aunque no quieras te identificas con él en ciertos momentos, es una persona que lucha por su vida, que busca su sustento que lucha por lo que quiere, aunque sea repugnante, quizás sea ese el efecto que buscaba el autor, crearnos ese malestar, señal de que aún tenemos algo de humanidad. Es la clásica demagogia de la humanidad del monstruo, recuerdo una polémica parecida con una película sobre los últimos días de Hitler, donde se acusaba de humanizar al diablo, el problema es que no queremos ver que realmente el diablo es humano, que todos llevamos una parte de diablo dentro, sobre todo cuando nos refugiamos en la masa o cuando tememos por nuestra vida, física o material. Un asesino de masas también es capaz de amar y cuidar de alguien, y automáticamente eso lo asociamos a un rasgo positivo, y nos negamos a otorgarle rasgos positivos a un asesino. Quizás lo que hay que cambiar es esa apreciación, la capacidad de amar, como la de matar, está presente en nuestra naturaleza, en todos nosotros, el ser capaz de amar no es una rasgo positivo en sí mismo, todos lo tenemos, lo que nos diferencia es la utilización y las consecuencias de estas propiedades del ser humano. En resumen, lectura densa pero interesante, lección de historia y también análisis moral de nuestra naturaleza, es un libro que te hace pensar y reflexionar.
This was just torture to read. I usually simply stop reading if I dislike a book this much, but it only got really bad about halfway through and by then I felt I had put in too much effort to give up. But it was seriously awful. I barely understand what it was about or what the point of it all was. Just 550 pages of ranting about Jews this and Jews that.
You definitely have to like Eco to like this, and even then there are points where you'll want him to stop gallivanting around and just get to the point already.
Which he does, eventually. I'm not convinced that the payoff for the Simonini and Abbe Piccola situation is worth it, exactly (I'm not sure I really cared either way at that point), but I did enjoy reading the book overall.
Of course there will be people complaining about the subject matter, etc., but it's not like Eco paints Simonini in any kind of positive light. If you're looking to be offended (whatever your background), you'll easily find something about which to be offended in here. If you're just happy to go along with a very Eco-y, peculiar story, you won't be disappointed.
Which he does, eventually. I'm not convinced that the payoff for the Simonini and Abbe Piccola situation is worth it, exactly (I'm not sure I really cared either way at that point), but I did enjoy reading the book overall.
Of course there will be people complaining about the subject matter, etc., but it's not like Eco paints Simonini in any kind of positive light. If you're looking to be offended (whatever your background), you'll easily find something about which to be offended in here. If you're just happy to go along with a very Eco-y, peculiar story, you won't be disappointed.
Eco, Umberto (2010). Il cimitero di Praga. Milano: Bompiani. 2010.
Ci sono libri, si usa dire, che ti cambiano per sempre, dopo che li hai letti. Ci sono anche libri che ti scorrono sopra senza lasciare traccia, come l'acqual sulla livrea di una foca o sul culo di un'anatra. Con il solo rimpianto che, forse, avresti potutto occupare meglio il tuo tempo. Il cimitero di Praga appartiene a questa seconda categoria.
Ho provato a cercare di capire perché il professor Eco, uomo celebre e benestante, abbia voluto scrivere un libro del genere. La sua fama accademica è assicurata e nota anche a chi non ha mai messo piede all'università né ha mai letto un saggio. Come romanziere, la fortuna gli è toccata fin dal suo debutto con il nome della rosa, da cui è stato tratta anche un film di una certa fortuna presso pubblico e critica. Il messaggio del libro (il falso dei Protocolli dei Savi di Sion è stato probabilmente influente nell'antisemitismo del XX secolo) è noto e lo stesso Eco ne ha scritto in più occasioni, anche su L'Espresso. Anche il gioco post-moderno di comporre un romanzo come un mosaico o un collage di brani tratti da altri testi è un gioco ormai frusto, di cui lo stesso Eco ci ha dato altri esempi: senza scomodare Queneau e Perec e l'OuLiPo, c'è l'esempio nazionale, recente e meglio riuscito della Storia romantica di Antonio Scurati (da me recensita qui).
Ci sono libri, si usa dire, che ti cambiano per sempre, dopo che li hai letti. Ci sono anche libri che ti scorrono sopra senza lasciare traccia, come l'acqual sulla livrea di una foca o sul culo di un'anatra. Con il solo rimpianto che, forse, avresti potutto occupare meglio il tuo tempo. Il cimitero di Praga appartiene a questa seconda categoria.
Ho provato a cercare di capire perché il professor Eco, uomo celebre e benestante, abbia voluto scrivere un libro del genere. La sua fama accademica è assicurata e nota anche a chi non ha mai messo piede all'università né ha mai letto un saggio. Come romanziere, la fortuna gli è toccata fin dal suo debutto con il nome della rosa, da cui è stato tratta anche un film di una certa fortuna presso pubblico e critica. Il messaggio del libro (il falso dei Protocolli dei Savi di Sion è stato probabilmente influente nell'antisemitismo del XX secolo) è noto e lo stesso Eco ne ha scritto in più occasioni, anche su L'Espresso. Anche il gioco post-moderno di comporre un romanzo come un mosaico o un collage di brani tratti da altri testi è un gioco ormai frusto, di cui lo stesso Eco ci ha dato altri esempi: senza scomodare Queneau e Perec e l'OuLiPo, c'è l'esempio nazionale, recente e meglio riuscito della Storia romantica di Antonio Scurati (da me recensita qui).
ABSOLUTELY HAYED THIS BOOK!!!!
Please don't read it!
Was mad to give it one star!!!!!
Please don't read it!
Was mad to give it one star!!!!!
Listened to audiobook. Check off my list: exposure to Umberto Eco. One is enough.