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"No puedes seguir desenterrando el cadáver de quien eras antes. No puedes seguir cargando con él de un lado a otro. Déjalo enterrado. Plantéate quién eres, no a quién dejaste atrás"
Más de 10 años después de la publicación de "Aleación de ley" nos llega el esperado cierre de la Segunda Era de Mistborn, ese que pone punto y final a las aventuras de Wax, Wayne y Marasi. Manteniendo el tan característico tono humorístico de la saga y la extraordinaria química entre sus personajes, Sanderson pone fin a una trama a la vez que nos deja entrever el comienzo de algo muchísimo mayor.
Este libro no es solo un cierre, es una promesa. Una declaración de intenciones de lo que Sanderson planea hacer con el Cosmere, de cómo todas las tramas individuales de las distintas sagas terminarán desembocando en algo mucho más enorme y ambicioso. Y vaya si lo hace bien.
"El metal perdido" tiene el mismo ritmo frenético que sus predecesores, con momentos cargados de acción y tensión, equilibrados con otros tiernos y entrañables entre sus personajes, aderezado todo ello con una cantidad ingente de referencias a otros libros pertenecientes al Cosmere. El desarrollo de los personajes sigue siendo tan magistral como lo fue hasta el momento, con arcos que te dejan el corazón en un puño, otros que te dan descanso y alivio y otros que te hacen soltar alguna lagrimilla traicionera. Porque sí, el humor sigue estando muy presente, pero eso no quiere decir que no lo vayáis a pasar mal, os lo aseguro.
En cuanto a la pregunta del millón... ¿Es necesario leerse otros libros del Cosmere antes que este? La respuesta corta es SÍ. Todo esto por supuesto es mi opinión en base a mi experiencia, pero creo que se trata de una novela que se disfruta muchísimo más si ya estás bastante versado en el Cosmere. Directamente dejaría esta novela para el final, después de leer todo lo demás. Ya no solo por las numerosas referencias, sino que directamente creo que roza el spoiler con alguna de las demás historias. Se nombran también ciertos temas que ya se han explicado y desarrollado en otras novelas, lo que puede dejar un poco confuso y desubicado al lector si no ha escuchado antes hablar de ellos. Y no solo eso, sino que además la propia trama principal es bastante crossover y no se limita solo a Scadrial.
Mi recomendación sin duda es dejar si no toda la segunda era, al menos este último libro para el final. Ahora bien... Si solo queréis leer Mistborn... ¿Se puede entender "El metal perdido" sin haber leído lo demás? En términos generales, sí. La historia de estos personajes queda MUY bien cerrada y creo que puede ser un final muy satisfactorio a pesar de tener esos momentos de confusión y esa sensación de "me está faltando información aquí". Es más, si algo tengo que destacar, porque me ha gustado mucho, es que me parece que sitúa muy bien a todos los personajes al final de la historia con varios epílogos, para que no te quede ninguna duda ni ningún frente abierto.
Aún así, si tenéis pensado leeros todo el Cosmere... Mi consejo es que no tengáis prisa y disfrutéis de las cosas en orden para sacarle el máximo provecho.
Ha sido una lectura intensa, llena de emociones y momentos que me han hecho saltar de la silla. He reído, llorado y disfrutado enormemente de esta historia, y guardaré a sus personajes siempre en mi corazón. Nos despedimos de esta Era, pero sabiendo que algo incluso más potente está por llegar.
Más de 10 años después de la publicación de "Aleación de ley" nos llega el esperado cierre de la Segunda Era de Mistborn, ese que pone punto y final a las aventuras de Wax, Wayne y Marasi. Manteniendo el tan característico tono humorístico de la saga y la extraordinaria química entre sus personajes, Sanderson pone fin a una trama a la vez que nos deja entrever el comienzo de algo muchísimo mayor.
Este libro no es solo un cierre, es una promesa. Una declaración de intenciones de lo que Sanderson planea hacer con el Cosmere, de cómo todas las tramas individuales de las distintas sagas terminarán desembocando en algo mucho más enorme y ambicioso. Y vaya si lo hace bien.
"El metal perdido" tiene el mismo ritmo frenético que sus predecesores, con momentos cargados de acción y tensión, equilibrados con otros tiernos y entrañables entre sus personajes, aderezado todo ello con una cantidad ingente de referencias a otros libros pertenecientes al Cosmere. El desarrollo de los personajes sigue siendo tan magistral como lo fue hasta el momento, con arcos que te dejan el corazón en un puño, otros que te dan descanso y alivio y otros que te hacen soltar alguna lagrimilla traicionera. Porque sí, el humor sigue estando muy presente, pero eso no quiere decir que no lo vayáis a pasar mal, os lo aseguro.
En cuanto a la pregunta del millón... ¿Es necesario leerse otros libros del Cosmere antes que este? La respuesta corta es SÍ. Todo esto por supuesto es mi opinión en base a mi experiencia, pero creo que se trata de una novela que se disfruta muchísimo más si ya estás bastante versado en el Cosmere. Directamente dejaría esta novela para el final, después de leer todo lo demás. Ya no solo por las numerosas referencias, sino que directamente creo que roza el spoiler con alguna de las demás historias. Se nombran también ciertos temas que ya se han explicado y desarrollado en otras novelas, lo que puede dejar un poco confuso y desubicado al lector si no ha escuchado antes hablar de ellos. Y no solo eso, sino que además la propia trama principal es bastante crossover y no se limita solo a Scadrial.
Mi recomendación sin duda es dejar si no toda la segunda era, al menos este último libro para el final. Ahora bien... Si solo queréis leer Mistborn... ¿Se puede entender "El metal perdido" sin haber leído lo demás? En términos generales, sí. La historia de estos personajes queda MUY bien cerrada y creo que puede ser un final muy satisfactorio a pesar de tener esos momentos de confusión y esa sensación de "me está faltando información aquí". Es más, si algo tengo que destacar, porque me ha gustado mucho, es que me parece que sitúa muy bien a todos los personajes al final de la historia con varios epílogos, para que no te quede ninguna duda ni ningún frente abierto.
Aún así, si tenéis pensado leeros todo el Cosmere... Mi consejo es que no tengáis prisa y disfrutéis de las cosas en orden para sacarle el máximo provecho.
Ha sido una lectura intensa, llena de emociones y momentos que me han hecho saltar de la silla. He reído, llorado y disfrutado enormemente de esta historia, y guardaré a sus personajes siempre en mi corazón. Nos despedimos de esta Era, pero sabiendo que algo incluso más potente está por llegar.
adventurous
emotional
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
3.5/5
Revenir dans cet univers après tout ce temps, c'était un peu bizarre, mais finalement, je m'y suis remis assez vite. Étonnamment, je n'avais pas trop oublié les persos ni les enjeux. Ce tome-ci semble se centrer sur Wayne, et franchement, ça peut être cool. À voir.
Ah, Wayne... J'avais oublié à quel point il était attachant ! Par contre, je n'avais pas oublié que Sanderson avait la fâcheuse tendance à écrire des dialogues parfois tellement plats qu'on se demande si ses persos n'ont pas perdu quelques neurones en cours de route.
C'est un peu le grand écart : des personnages bien ficelés d'un côté, mais des archétypes qui tombent parfois dans le forcé. On dirait que l'auteur s'est dit : "Tiens, il me faut un perso comme ça", et hop, il coche la case. C'était déjà flagrant dans le premier tome, mais avec le recul, c'est encore plus évident.
C'est vraiment dommage parce que, bizarrement, c'est une des séries du Cosmère dans laquelle je suis le moins investi, alors que l'enjeu narratif est parmi les plus importants. En parlant de cet enjeu... il est révélé seulement dans ce dernier tome, et honnêtement, j'ai eu l'impression que c'était complètement parachuté. Je ne sais pas trop quoi en penser pour l'instant.
Avec du recul, l'écriture de Sanderson a clairement deux vitesses : une intro et un développement qui traînent un peu en longueur, puis une fin qui débarque d'un coup, comme si l'auteur réalisait soudain qu'il était temps de boucler. Ça donne un côté artificiel, un peu trop précipité à mon goût.
L'idée de cette deuxième série dans l'univers de Fils-des-brumes était bonne, mais pourquoi avoir calqué l'évolution technologique sur celle de notre monde réel ? Sérieusement, ça fait un peu gâchis de la créativité de Sanderson.
Au moins, il a eu la bonne idée de nerfer les Fils-des-brumes, parce que sinon, les cowboys qu'on suit dans cette ère auraient tenu à peine deux minutes face à eux.
Et pour finir sur une note positive : le climax, lui, est plutôt réussi.
Revenir dans cet univers après tout ce temps, c'était un peu bizarre, mais finalement, je m'y suis remis assez vite. Étonnamment, je n'avais pas trop oublié les persos ni les enjeux. Ce tome-ci semble se centrer sur Wayne, et franchement, ça peut être cool. À voir.
Ah, Wayne... J'avais oublié à quel point il était attachant ! Par contre, je n'avais pas oublié que Sanderson avait la fâcheuse tendance à écrire des dialogues parfois tellement plats qu'on se demande si ses persos n'ont pas perdu quelques neurones en cours de route.
C'est un peu le grand écart : des personnages bien ficelés d'un côté, mais des archétypes qui tombent parfois dans le forcé. On dirait que l'auteur s'est dit : "Tiens, il me faut un perso comme ça", et hop, il coche la case. C'était déjà flagrant dans le premier tome, mais avec le recul, c'est encore plus évident.
C'est vraiment dommage parce que, bizarrement, c'est une des séries du Cosmère dans laquelle je suis le moins investi, alors que l'enjeu narratif est parmi les plus importants. En parlant de cet enjeu... il est révélé seulement dans ce dernier tome, et honnêtement, j'ai eu l'impression que c'était complètement parachuté. Je ne sais pas trop quoi en penser pour l'instant.
Avec du recul, l'écriture de Sanderson a clairement deux vitesses : une intro et un développement qui traînent un peu en longueur, puis une fin qui débarque d'un coup, comme si l'auteur réalisait soudain qu'il était temps de boucler. Ça donne un côté artificiel, un peu trop précipité à mon goût.
L'idée de cette deuxième série dans l'univers de Fils-des-brumes était bonne, mais pourquoi avoir calqué l'évolution technologique sur celle de notre monde réel ? Sérieusement, ça fait un peu gâchis de la créativité de Sanderson.
Au moins, il a eu la bonne idée de nerfer les Fils-des-brumes, parce que sinon, les cowboys qu'on suit dans cette ère auraient tenu à peine deux minutes face à eux.
Et pour finir sur une note positive : le climax, lui, est plutôt réussi.
adventurous
challenging
emotional
hopeful
reflective
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
adventurous
emotional
inspiring
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
No
adventurous
emotional
funny
inspiring
mysterious
tense
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
adventurous
emotional
funny
hopeful
reflective
sad
medium-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
No
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
N/A
adventurous
challenging
emotional
funny
hopeful
mysterious
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Yes
adventurous
emotional
funny
hopeful
mysterious
reflective
sad
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes