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bastimapache's Reviews (335)
Un libro realmente interesante y esclarecedor. Desde un feminismo radical de veta marxista, y con ayuda del psicoanálisis, Firestone analiza la institución de la familia y su rol en la reproducción del capitalismo y el patriarcado. El libro disecciona la clase, raza, infancia, cultura, y el amor, en tanto expresiones de una dialéctica fundamental que pone en movimiento un sistema de opresiones y desigualdades. Muy claro en sus análisis, altamente revelador, y propositivo, concluye con argumentos a favor del comunismo anárquico, pasando por alternativas de transición en pos de la abolición de la familia patriarcal.
A pesar de la dificultad de traducir a Mandelstam, se nota que Davis hizo un gran trabajo en seleccionar los conceptos adecuados. Aún siendo altamente abstracto, las imágenes que hace aparecer delicadamente, junto a las sutiles alusiones al contexto en que compuso estos cuadernos, dan lugar a una reflexión creativa.
Su energía, las referencias que enlaza entre poemas, la forma en que expresa amores desesperados bañados en el ego del poeta, sus exclamaciones. Accesible y emocionante. Política para las masas.
“¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hacen falta?
Por lo tanto es indispensable
que al menos una estrella
se encienda
sobre los techos cada noche?!”
“¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hacen falta?
Por lo tanto es indispensable
que al menos una estrella
se encienda
sobre los techos cada noche?!”
En esta novela de ciencia ficción rusa, que data de 1908, Marte es un planeta completamente comunista. Los marcianos invitan a un terrícola socialista (ruso, obvio) para entablar lazos interplanetarios. Estos marcianos (spoiler) discuten si colonizar nuestro planeta burgués para extraer energía nuclear o radiactiva, la cual les es escasa para alimentar sus naves antigravitacionales y para sinteizar proteínas cruciales para una población pronta a llegar al límite de los recursos planetarios. Los marcianos consideran que sería improbable llevar emisarios extraterrestres a acelerar el socialismo en la Tierra para así poder tener relaciones pacificas entre especies, porque nuestro mundo está demasiado fraccionado nacionalmente y nuestras mentes absortas en el individualismo y el patriotismo. Ahí radica la discusión moral en torno a asegurar –mediante estrategias colonialistas– la proliferación de una sociedad comunista completamente automatizada, post-escasez, post-género y espacial («fully automated luxury gay space communism», para los entendidos).
Los marcianos viven colectivamente gracias al comunismo automatizado a escala global, con democracia participativa, trabajo libre, educación popular, y planificación centralizada. Pero les faltan recursos naturales que nosotros malgastamos en nuestro afán de ganancia personal. Ya en 1905, Alexander Bogdanov (el autor) imagina un moderno sistema de planificación centralizada, donde cubos negros muestran la producción mundial en tiempo real gracias a la interconexión de las fábricas y unidades productivas. ¡Como el Cybersyn de la Unidad Popular en Chile! Así, los marcianos deciden libremente dónde poner su fuerza de trabajo, en jornadas laborales de pocas horas semanales gracias a la automatización colectivizada. Esto permite a los marcianos prescindir del dinero. “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.
Un interesante libro para tener una visión del retrofuturismo ruso, con bastante discusión política de por medio, ambientado en plena revolución de 1905. Lamentablemente, los clichés románticos-heteropatriarcales y una cierta predictibilidad y superficialidad merman lo que podría haber sido una estupenda odisea socialista intergaláctica.
Los marcianos viven colectivamente gracias al comunismo automatizado a escala global, con democracia participativa, trabajo libre, educación popular, y planificación centralizada. Pero les faltan recursos naturales que nosotros malgastamos en nuestro afán de ganancia personal. Ya en 1905, Alexander Bogdanov (el autor) imagina un moderno sistema de planificación centralizada, donde cubos negros muestran la producción mundial en tiempo real gracias a la interconexión de las fábricas y unidades productivas. ¡Como el Cybersyn de la Unidad Popular en Chile! Así, los marcianos deciden libremente dónde poner su fuerza de trabajo, en jornadas laborales de pocas horas semanales gracias a la automatización colectivizada. Esto permite a los marcianos prescindir del dinero. “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.
Un interesante libro para tener una visión del retrofuturismo ruso, con bastante discusión política de por medio, ambientado en plena revolución de 1905. Lamentablemente, los clichés románticos-heteropatriarcales y una cierta predictibilidad y superficialidad merman lo que podría haber sido una estupenda odisea socialista intergaláctica.
Un libro preciso, cortito pero completo y esencial. Estupenda introducción al feminismo.